Las ventajas de carne fresca

1. La carne fresca contiene nutrientes de alta calidad

La carne fresca es por naturaleza rica en proteínas de alta calidad y nutrientes importantes. Estos nutrientes contribuyen al crecimiento muscular saludable, a un pelaje brillante y al bienestar general de tu perro.

2. La carne fresca asegura una mejor digestión

El sistema digestivo de los perros está diseñado para digerir carne. Por lo tanto, la carne fresca suele ser más fácil de digerir que los alimentos procesados. Esto puede conducir a menos problemas digestivos y a una mejor absorción de nutrientes.

3. La carne fresca apela al instinto primario

Los perros descienden de los lobos y su instinto primario les lleva a comer carne. La carne fresca apela a este instinto y los perros a menudo la comen con entusiasmo.

Por qué a los perros les encanta la carne fresca

A los perros les encanta la carne fresca por varias razones. En primer lugar, la carne fresca conserva su sabor y olor naturales, lo que la hace muy atractiva para los perros. Gracias a su sentido del olfato excepcionalmente desarrollado, perciben los penetrantes aromas de la carne fresca y se convierte en una auténtica delicia para ellos. Además, la carne fresca ofrece variedad de texturas, como picada, troceada e incluso huesos enteros. La variación de texturas y la masticación de la carne fresca estimulan el comportamiento masticatorio natural de tu perro. Esto satisface sus papilas gustativas y contribuye a la salud dental y de las encías. Todo ello hace que la carne fresca sea una opción irresistible y sabrosa para tu perro.

Consideraciones importantes

Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos factores importantes a la hora de alimentar al perro con carne fresca.

1. Edad y etapa vital: las necesidades nutricionales de tu perro dependen de su edad y etapa vital. Por ejemplo, los cachorros necesitan más proteínas y grasas para crecer, mientras que los perros mayores tienen una mayor necesidad de ciertos nutrientes y requieren menos calorías. Asegúrate de que la dieta se adapta bien a la etapa vital de tu perro.
2. Estado de salud: si tu perro tiene determinados problemas de salud, como obesidad, alergias u otras enfermedades, puede ser necesario ajustar la dieta en función de sus necesidades. Consulta siempre a tu veterinario las cuestiones nutricionales relacionadas con la salud.
3. Diferencias individuales: cada perro es único y tiene sus propias preferencias y necesidades. Lo que funciona para un perro no tiene por qué funcionar para otro. Prueba distintos alimentos para averiguar qué le sienta mejor a tu amigo de cuatro patas.